Entendida como una de las creaciones más útiles del ser humano desde casi el comienzo de su existencia -y controvertido en ocasiones-, la vestimenta, reviste de una importancia singular en la calidad de vida de cualquier persona o individuo. Es una descripción y presentación de quién somos ante los otros. Transmite tradiciones, gustos, preferencias, así como permite manifestar posturas sociales o políticas. Por el otro lado, genera escenarios conflictivos, principalmente en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres, en el sentido por ejemplo de formar estereotipos, y también en un aspecto religioso, ante la intolerancia y la discriminación.
CUBRIR Y PROTEGER EL CUERPO
Es uno de los elementos que diferencia al ser humano del resto de los animales y que se caracteriza por brindarle numerosos beneficios, como ya anticipamos.
Cuando se habla de la vestimenta, se debe decir que su valor gira especialmente en torno a su función utilitaria, es decir, aquella que tiene que ver con la protección y abrigo del cuerpo.
El ser humano desde los comienzos de su existencia necesitó contar con algún tipo de prenda que le permitiera defender su cuerpo del clima inhóspito y duro, así como también de posibles enfermedades.
Mientras la vestimenta de los primeros hombres era primitiva y muy simple, hecha en base a los elementos animales disponibles, el hombre de la Antigüedad logró desarrollar prendas de vestimenta excelsas que muchos envidiarían hoy en día.
Por supuesto que el negocio de la moda impone mayormente lo que todos vestimos, es difícil escaparse del mandato que las grandes marcas y diseñadores nos acercan cada temporada, ahora bien, debemos aclarar que seguir la moda no implica saber vestirse, o que lo que nos pongamos nos siente bien, de ninguna manera.
ELEGIR LA VESTIMENTA ADECUADA
Saber vestirse implicará la disposición de un alto grado de autoconocimiento y de sentido común personal, o sea, saber que nos queda bien y que no, lo que es más o menos cómodo de usar según la ocasión o actividad que se lleve a cabo.
Si tenemos que asistir a una actividad en el campo no podemos ir con un vestido de fiesta, o si tenemos un compromiso vinculado a la religión no podemos asistir con un atuendo provocador, porque en ambas circunstancias desentonaremos con el “protocolo” de vestimentas que se suelen recomendar en esos casos, algo cómodo y sencillo, y serio y recatado, respectivamente.
Bibliografia:
tulo: Vestimenta y Saber Vestirse. Sitio: Importancia.org. Fecha: 29/10/2017. Autor: Cecilia Bembibre. URL: https://www.importancia.org/vestimenta-saber.php
Imagen: Fotolia. Anastasia Karamova - Aroderick https://www.importancia.org/vestimenta-saber.php
Si tenemos que asistir a una actividad en el campo no podemos ir con un vestido de fiesta, o si tenemos un compromiso vinculado a la religión no podemos asistir con un atuendo provocador, porque en ambas circunstancias desentonaremos con el “protocolo” de vestimentas que se suelen recomendar en esos casos, algo cómodo y sencillo, y serio y recatado, respectivamente.
Bibliografia:
tulo: Vestimenta y Saber Vestirse. Sitio: Importancia.org. Fecha: 29/10/2017. Autor: Cecilia Bembibre. URL: https://www.importancia.org/vestimenta-saber.php
Imagen: Fotolia. Anastasia Karamova - Aroderick https://www.importancia.org/vestimenta-saber.php
No hay comentarios.:
Publicar un comentario